domingo, 14 de junio de 2009

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Junto a la capacidad de hablar, escuchar y leer, los seres humanos han desarrollado otra modalidad de comunicación y aprendizaje: la escritura. Esta forma de manifestación del lenguaje, específicamente humana, se caracteriza principalmente por la utilización de un conjunto de símbolos convencionales ? pues varían de una comunidad lingüística a otra ? llamados grafemas.
Los grafemas están en estrecha relación con los fonemas y los sonidos. En el fondo, fonemas, sonidos y grafemas son tres manifestaciones de una única realidad que es el lenguaje en su estado esencial. Los fonemas son la esencia del lenguaje, pero como viven solo en la mente, necesitan de grafemas ? su traducción visual ? y sonidos ? su manifestación auditiva ? para transformarse en elementos verdaderamente comunicativos.

Dado que la escritura entraña un complejísimo proceso de codificación y de decodificación, aprender a escribir fue posible, en los albores de la humanidad, gracias a un avanzado desarrollo de las estructuras cerebrales. Para cualquier niño que se inicia en ?la aventura del lápiz y el papel? supone un esfuerzo intelectual considerable, proporcionalmente mayor que muchos aprendizajes posteriores.

En el contexto educativo, la escritura manuscrita constituye para el niño un instrumento formidable que le permite adquirir, retener y recuperar el lenguaje escrito; precisar, clarificar y perfeccionar el pensamiento propio; registrar las ideas y planteamientos de los demás; y mantener desde el punto de vista afectivo y social, una comunicación personal. Una vez aprendida esta facultad, es requerida continuamente en la vida escolar para tomar notas o apuntes, escribir instrucciones, ejecutar pruebas de evaluación, redacciones, etc.

La gama de dificultades que el niño puede encontrar en la imitación, irá desde pequeñas diferencias en la reproducción a direcciones inadecuadas o grafemas irreconocibles. La permanencia de estos hábitos, si no se realiza una corrección inmediata, favorecerá las dificultades en la escritura pudiéndose generar la aparición de alguna Disgrafía

Cuetos, 1991

El principal trastorno de los niños disgráficos se manifiesta a nivel del léxico. Por una parte pueden poseer un vocabulario reducido, lo que conlleva al uso de palabras estereotipadas y poco precisas para expresarse. Por otra parte, existiría dificultad para utilizar ambas rutas de acceso a la ortografía de la palabra.

I.- Léxico Disgrafías fonológicas: Incapacidad para aplicar las reglas de conversión fonema- grafema. Escritura deficiente en palabras poco familiares, especialmente a nivel de pseudo palabras. Confusión de grafemas, escribir (f x c, d xb, etc.). Disgráficos superficiales (ortografía): Dificultad para acceder a la configuración ortográfica de las palabras. Utilizan la ruta fonológica y cometen errores de tipo ortográfico.( b x v, g x j, etc.) Intercambio de letras: (sol x los) Existe una representación incompleta pero a nivel léxico (deficiente representación ortográfica o de conversión fonema a grafema) El sujeto sabe que en la palabra está s - o - l, pero no en el orden en el cual se deben colocar.

II.- Procesos Motores
1.- Recuperación de los alógrafos Escritura en espejo: Alteración en la que se invierten los rasgos de las letras dxb, pxq, 3 x E, etc. Estas dificultades se debe a que el sujeto no tiene una buena representación de los signos, conoce parte de la información pero no su totalidad y por lo tanto el problema se evidencia en la recuperación de los alógrafos.
2.- Patrones motores Letras mal dibujadas, excesivamente grandes o pequeñas, letras muy inclinadas, rasgos de las letras desproporcionadas.

TRATAMIENTO El tratamiento debe ser abordado a partir de la construcción de discursos escritos elaborado por parte del niño. Por lo tanto, es importante considerar la planificación del mensaje, el proceso de construcción de la estructura sintáctica, la recuperación de elementos léxicos y los procesos motores.

(Benton et al, 1993; Borkowski, 1992; Graham y Harris, 1992; Graham et al, 1993).

Según el tipo de tarea que realice el sujeto, intervienen diferentes procesos, quedando en evidencia en las tareas de dictado y copia. Por ejemplo en el dictado, se parte de la palabra hablada y se llega a la escritura, donde se identifican dos rutas posibles, una a partir del análisis acústico, donde se identifican los fonemas componentes de las palabras, luego se produce el reconocimiento de las palabras que están representadas en el léxico auditivo, posteriormente se extrae el significado de la palabra del sistema semántica, activándose la forma ortográfica de las palabras que están almacenadas en el léxico ortográfico, posteriormente la forma ortográfica pasa al almacén grafémico, luego se inician los procesos motores junto con la recuperación de alógrafos y de los patrones motores gráficos. Esta ruta presume la comprensión del significado de lo escrito y lo contrasta con la ortografía correcta.

La segunda ruta se inicia en el análisis acústico, luego irá al mecanismo de conversión acústico-fonológico, al almacén de pronunciación de los sonidos, al mecanismo de conversión fonema–grafema y luego al almacén grafémico, se dirige a los procesos motores hasta ejecutar externamente la escritura. Existe la posibilidad de que lo que se escribe no sea comprendido.
En cuanto a la copia, en primera instancia supone la lectura de la palabra y luego se da paso a la escritura de ésta. Al igual que en el dictado se pueden seguir varias rutas, por ejemplo, se parte del análisis visual, pasando a la activación del léxico visual donde se encuentran las representaciones ortográficas de la palabra, el léxico visual se conecta con el sistema semántico para iniciarse la fase de la escritura, ésta implica la activación del léxico ortográfico, pasando al almacén grafémico y posteriormente a los procesos motores con la recuperación de alógrafos y finalmente la ejecución de la escritura.

Clasificación disgrafias


Disgrafía adquirida: se produce en personas que escribían correctamente pero que como consecuencia de una lesión cerebral perdieron la capacidad o parte de la capacidad en algún aspecto de la escritura.
Disgrafía evolutiva: consiste en un retraso simple en la adquisición del aprendizaje de la escritura, que puede estar incidiendo en el resto de las áreas del aprendizaje académico, debido a un defectuoso funcionamiento en algún proceso del sistema de escritura, pudiendo ser por problemas motores, lingüísticos, semánticas.
Las disgrafías centrales surgen por los trastornos en el proceso léxico – procesos de selección/ recuperación- mientras que las disgrafías periféricas surgen por los trastornos que se producen en los procesos posteriores, mas concretamente en los procesos motores, todos susceptibles de ser dañados por lesión cerebral

En el caso de las disgrafías centrales encontramos:
Disgrafía superficial: se produce cuando está afectada la ruta ortográfica o léxica por lo que se utiliza la ruta fonológica. Cuando ocurre esto no se pueden escribir palabras que no se ajusten a las reglas de conversión fonema-grafema una alteración en el sistema de conversión fonema-grafema.

Disgrafía fonológica: se produce cuando se lesiona la ruta fonológica y se usa la ruta ortográfica. Por esta razón no se pueden escribir pseudopalabras ya que está dañado el mecanismo de conversión fonema-grafema.

Disgrafía profunda: se produce cuando se lesionan las dos rutas (fonológica y ortográfica) por esta razón habrá dificultades con las palabras irregulares, pseudopalabras, y palabras regulares.

Disgrafía semántica: se produce cuando la conexión con el sistema semántico (donde están almacenados los significados) está afectado.

En cuanto a la disgrafía periférica encontramos:
Disgrafía apraxica: letras deformadas debido a la incapacidad para hacer uso de los programas motores.

Disgrafía aferente: incapacidad para integrar la información sobre los movimientos, procedentes de la visión y de las sensaciones propioceptivas.

Disgrafía espacial: se caracteriza por una perturbación espacio perceptivo, que se manifiesta en la inclinación u ondulación del trazo y en un aumento del margen izquierdo de la página.

¿Qué procesos cognitivos interfieren en la escritura?


Los procesos cognitivos implicados en la escritura son en primera instancia, la planificación del mensaje, esta consiste en generar ideas, hipótesis y organizar la información, el segundo proceso cognitivo implicado es el de producción sintáctica, el cual permite construir la estructura, es decir, el orden de las palabras dentro de la oración, en tercer lugar encontramos el proceso de recuperación de elementos léxicos, donde se realiza la recuperación de grafemas, ya sea por la ruta fonológica o visual y por último encontramos procesos cognitivos ligado a lo motor, aquí se recuperan los alógrafos y los patrones motores, culminando con la producción de la escritura de forma abierta.

La Escritura

¿Qué es la escritura?

La escritura es un proceso complejo que significa años de aprendizaje, no es solo automatismo gráfico, sino que implica habilidades diferentes e independientes. No es inverso a la lectura, es diferente. La escritura es más que un acto motor, implica un procesamiento cognitivo complejo que permite expresar pensamientos, sentimientos y emociones.


Según el DSM-IV se habla de disgrafía cuando “el rendimiento en la escritura medido mediante pruebas normalizadas y administradas individualmente, se sitúan sustancialmente por debajo de lo esperado dado la edad cronológica del sujeto, el cociente de inteligencia y la escolaridad propia de su edad. Este trastorno no se explica por la presencia de un retraso mental, ni por insuficiente escolarización, ni por un déficit visual o auditivo, ni por alteración neurológica. Se clasifica como tal solo si se producen alteraciones relevantes en rendimiento académico o en actividades de la vida cotidiana”.